Dijo abba Paladio: "el alma que se esfuerza según Dios, debe aprender fielmente lo que no sabe o enseñar con seguridad lo que sabe. Pero si pudiendo, no quiere hacerlo, está loca. Pues el principio de la apostasía es el desgaño por la doctrina y el disgusto por la palabra, de la cual siempre tiene hambre el hombre amante de Dios".
Caminaba él con sus discípulos, y uno de ellos encontró una arveja verde. Le preguntó al anciano: "Padre, ¿no me dices que la tome?". Lo miró el anciano asombrado y le dijo: "¿tú la pusiste allí?". Respondió el hermano: "No". El anciano le dijo: "¿Cómo deseas tomar lo que tú no pusiste?".