Los deleites del mundo son todos espinas llenas de veneno. Que el entendimiento es engañado al ver; la voluntad al amar lo que no debe, y la memoria al recordarlo. El entendimiento hace como el ladrón, que roba lo que no es suyo, y la memoria mantiene el recuerdo continuo de las cosas que se hayan fuera de mí, y desde este momento queda el alma privada de gracia.
Santa Catalina de Siena
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