[...] Mis principales manifestaciones son tres. La primera es por mi afecto y mi caridad, mediante el Verbo de mi Hijo unigénito. Este afecto y esta caridad se manifiesta en la sangre derramada con tan ardiente amor. La caridad se manifiesta de dos maneras. Una es general, común a todos, es decir, para los que se hallan en la caridad común; se les manifiesta al verla y reconocerla en los muchos y diversos beneficios que de mí reciben. La otra manera es particular, para los que se han hecho amigos. Además de la manifestación común, ellos gustan, reonocen, experimentan y sienten esta caridad en las almas.
Santa Catalina de Siena