Ut Ómnibus Glorificetur Deus (para que en todo sea glorificado Dios).

Santa Regla de San Benito, capítulo 57.

jueves, 31 de octubre de 2019

El matrimonio de Dios



... El corazón del hombre es tan limitado que, una vez que entra la pasión del deseo o del dolor, ya no queda espacio para Dios; y, al contrario, si esa memoria del corazón se enriquece con la luz y el amor de Cristo ya no queda espacio para las pasiones del cuerpo o del espíritu y, por tanto, para la villanía, la tristeza o la turbación. El matrimonio de Dios es tal que ya no hay cabida para uniones adulterinas.

Nilo de Ancira

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