miércoles, 25 de julio de 2012
este tesoro lo llevamos en vasijas de barro
No recibimos una libertad completamente hecha. Dios respeta las leyes de crecimiento humano. Lo que está plantado en nosotros es un germen de libertad. Está plantado entre los espinos de nuestras miserias. Germen que hay que proteger, cultivar, dar condiciones de vida convenientes, y al que hay que quitar los obstáculos que provienen del hombre viejo, que sigue estando en nosotros bien vivo. Bajo esta perspectiva, vemos la utilidad de una ley exterior, la de la sociedad y la de la Iglesia, la de una profesión religiosa basada en los consejos evangélicos. Esta ley nos proporciona un sostén y una pedagogía para nuestra libertad frágil y amenazada.
Por un Cartujo
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Germen de libertad plantado entre los espinos de nuestras miserias...
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